Y sigue lloviendo....

Bichejo atrevido.

Como estos días no deja de llover y no se pueden hacer muchas fotos (al menos fotos para exponer aquí) estuve revisando fotos de hace unos meses y encontré esta, más que buena, digamos que simpática. Una noche de otoño haciendo unas grabaciones de Dvd´s y estando estos todos tirados por el suelo , se colo mi amigo "el bicho verde". Cuando fui a coger un dvd, allí estaba, en lo más alto de la torre. Se mantuvo esperando que le hiciera esta foto y después de un pequeña excursión por la habitación lo deje en la ventana para que siguiera su viaje. La verdad que no tengo ni idea que tipo de insecto era pero me pareció gracioso hacerle una foto.

Velas olor....Vainilla

Evita el cansancio nervioso, ansiedad, ira, depresión, estrés... y ese olor dulce que apetece comerse el aire.

Casi no me da tiempo.

Conduciendo, conos, sirenas, policía, ¡caramba que es una prueba ciclista!. Y aprovechando que llevaba la cámara en el coche  intento fotografiar el momento. Solo llegue a la cola del pelotón y este fue el resultado.  ¡No hubo tiempo para más!

Semana Santa pasada por agua.

Después de casi dos semanas de primavera en toda regla, llegan los cuatro días de Semana Santa y como ya es habitual el tiempo retrocede hacia el invierno. Encima se junta con mi salud un poco floja. Así que estos días no pintaban muy bien. Jueves Santo, todo el día lloviendo al igual que el Viernes y el Sábado Santo que tampoco amanece nada bien. Pero como uno ya estaba cansado de estar todo el día bajo techo, pues nos cogimos los bártulos y nos fuimos de excursión a disfrutar del frío día a Candás. A diferencia de otras excursiones nos vamos en tren para que los pequeños de la casa disfruten de la novedad. La verdad que el día al final se porto y no llovió demasiado. Así que pude sacar unas fotos que me gustan para subir a este blog.

Creo que el Domingo mejora un poco el tiempo así que intentaremos salvar esta Semana Santa un rato pasada por agua.

Trébol de 4 hojas y más (pero tréboles silvestres ehh)

Una pequeña historia que merece la pena ser contada.
Esta señora, J.F. a la que llamaremos "La señora trébol" tiene una peculiar afición. Busca tréboles de 4 hojas. Y para quién tenga dudas de si existen les contaré que la señora trébol tiene en su poder más de 70.000 tréboles de 4,5,6,7,8,9,10 y uno de 11 hojas. No son ni pegados ni cultivados, son tréboles silvestres encontrados en el campo. Lo se a ciencia cierta porque yo he estado con ellas en varias ocasiones buscándolos. Llega a un prado y donde un humilde servidor solo ve tréboles de 3 hojas, ella encuentra de 4 con una facilidad pasmosa. Es más, te dice hay donde tú estas mirando estoy viendo uno de 4 . Ya puede estar delante de tus narices que no lo ves, pero ella sin inmutarse, acerca su dedo y allí esta, un ejemplar de 4 hojas. Dice que tiene el ojo entrenado pero yo creo que tiene un don especial. Si la tarde es buena puede encontrar cerca de la centena de 4 hojas, veintena de 5 hojas y alguno menos de los de 6 hojas. De números superiores ya si son más difíciles de encontrar hasta para para La Señora Trébol. Pero yo he tenido en mi mano el de 11 hojas, eso si no tiene pinta de trébol de tantas que tiene pero si tiene realmente 11. 
Que decir que esta recolección no lo ha conseguido en 4 días, sino que lleva 8 años haciendo lo mismo. Y también tiene un propósito que es presentarse al libro de los Guinness de los Records. No se si será una categoría para calificar pero para mi si que tiene un gran mérito aunque no se los admitan.
Aquí dejo unas fotos de la Señora Trébol y una pequeña muestra de su trabajo. Los adorna con formas y después los plastifica para que no se estropeen. En este caso se los regala, porqué en una gran parte los regala para repartir suerte, a un comercio de Belleza y salud (Auroderm) que le echo un gran cable a su marido en unos momentos difíciles para ellos.
Eso sí, si alguien se la encuentra en una copistería del barrio de La Arena de Gijón, les recomiendo que se interesen por su trabajo pero que no le pidan los tréboles. Ella es muy agradable y generosa y después de unos minutos de atención a su trabajo, la Trebolera, reparte la suerte a cualquiera pero no al que la pide.
Desde aquí aprovecho a mandarle un fuerte abrazo a ella, su marido, Luna y Perla.